Mandé a mis 25 sirvientes a que lo prepararan, todo, tienda, caballos, armas etc. También les pedí que cogieran sus armaduras porque era un caballero desdichado y mi mala suerte también les afecta.
Hubieran tardado menos si estuvieran los 50 sirvientes pero se me fueron por mi mala suerte, bueno murieron.
Al amanecer me subí a mi caballo y me fui al torneo que se celebraba en el lejano reino de Zubión.
Tras 2 horas caminando por el desierto de los cactus me giré y vi mi oscuro pueblo derrumbado por mala suerte.
Estaba deseando ir a Zubión para coger tréboles y plantarlos en mi pueblo.
De lo que yo estoy hablando es de tréboles que son mágicos y si gano los compro.
Llego el mediodía y paré a comer a un "Oasis"con piscina.
Era un lujo y tenía un letrero donde ponía "la herita".
Comí macarrones,sopa y gambas y solo por 10 dones.
Estaban muy buenas.
Cuando terminé de comer salí del “Oasis” y me tiré por un atajo para llegar antes y sonó un ruido.
Ese ruido era de un monstruo que se llamaba Sirnevadur.
Fui con mi caballo y mis 25 sirvientes a investigar a la cueva de donde venía el ruido y de repente salió el monstruo.
Saqué mi espada y tras un rato luchando no se podía ver en ese lugar así que espere a que mis sirvientes salieran y luego salí yo huyendo con mi caballo y mis armas.
Al anochecer monté mi tienda de campaña.
Mientras la montaba me tocó por detrás mi vieja amiga Sirnecia.
Empezamos a hablar.
-¡Cuanto tiempo Sirnecia!
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